Una ciudad muy gótica Gante en Bélgica
por Aleho Montoya · Publicada · Actualizado
Gante, Bélgica
Después de haber haber terminado mi viaje en Amsterdam y de estar todo un día en Brujas emprendí camino con mi amiga Tatiana hacia una ciudad muy gótica: Gante. Como ya era de noche decidimos ir por una par de cervezas belgas obviamente aprovechando para ver un poco de esta hermosa ciudad de noche.
Al siguiente día vino Sarah a Gante. Ella es otra amiga que había conocido hacia un par de años atrás en México mientras hacía mi viaje por Centro America. Realmente te cambia la experiencia en un país o en una ciudad cuando estas con locales y más aun si son personas que conoces desde hace tiempo atrás y los puedes llamar amigos. Ahora no contaba solo con Tatiana sino también con Sarah y entre las dos se encargaron de mostrarme Gante desde sus ojos.
Gante fue mi ciudad preferida en Bélgica, no visite tantas. Solo fueron tres. Su arquitectura se asemeja en cierta forma a la de Brujas pero esta ciudad sí que parece congelada en el tiempo. Edificios comunes y corrientes solo se ven por fuera del centro histórico y adentro de éste solo se ven hermosos edificios góticos o barrocos que adornaban toda la ciudad. Afortunado yo que Tatiana estudio algo relacionado con artes y conocía mucho el estilo de la ciudad y nos iba contando historias relacionadas con este tema.
Visitamos el Castillo de Los Condes ubicado en el centro de la ciudad. Este castillo sirvió de defensa y seguridad para los condes de Flandes que lo habitaban y ahora se puede visitar y apreciar varios objetos de guerra y tortura que aun se encuentran en él. La vista de Gante desde la cima de este castillo es excepcional.
Luego tomé el tren desde Gante hasta Bruselas, la capital. Ya mucha gente me había advertido que no había mucho para ver en esta ciudad pero como siempre pasa con estos consejos. Es siempre mejor tener el propio punto de vista. Al fin y al cabo no estaban tan equivocados. Después de haber hecho el walking tour de la ciudad tuve una mejor idea de lo que era Bruselas. Su plaza principal es bastante hermosa como también lo son los edificios que la rodean. El guía nos decía que en Bruselas llueven casi 250 días al año y aquel día no era la excepción.
Ya en la tarde me encontré con mi amiga Ysé. Ella es una belga que había conocido anteriormente también en Medellín en la estación central y como cosa rara allí estaban ofreciendo muestras de cerveza gratis muy cerca de la salida. Ok… porque no? Luego visitamos el famoso café-bar Delirium. Allí se venden más de 3000 cervezas diferentes. El lugar es muy grande y con muy buen ambiente.
Al siguiente día me dedique a visitar los lugares que aun quería visitar de la ciudad. Camine de nuevo muchísimo pero igual mi impresión de la ciudad no cambio mucho.
– En general las capitales siempre tienden a tener un impacto negativo en su belleza y Bruselas no fue la excepción.